Realmente raro y extraño todo: la poesía, el trabajo, la vida, el amor y el desamor, realmente extraños... Cómo se suceden los ciclos, las estaciones, las grietas y los conjuros... Pero a la vez, también, realmente dulce el camino, los gestos y las sonrisas... Realmente extraño todo, esta noche oscura del alma que me atraviesa ahora mismo la piel... Todo me parece raro y extraño, pero hay cosas que dulcifican el viaje, esperando a Godot, esperando a Godot... Y así pasa la vida, no entendemos casi nunca nada, la penumbra lo envuelve todo, raro y extraño el camino, porque cuando más desesperado estás llega el milagro y cuando más iluminado estás vuelve el naufragio... La noche es rara y devora la piel, la piel es extraña y acoge o rechaza, es rara la vida y somos todos extraños, los unos para los otros, nosotros para nosotros, pero al borde del abismo, desde galaxias lejanas, algo o alguien vela siempre por ti... Todo raro y extraño, extraño y raro el viaje, y el corazón, bajo las costillas, latiendo como un pez abisal, todavía...
Vicente Muñoz Álvarez,
de Regresiones.
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