Tiene algo de casa tomada. La
lámpara que de pronto
no se enciende más, las cosas que dejan de funcionar
y como podemos sustituimos unas por otras. El deterioro que causa
el paso del tiempo, los días ya meses, y sin poder avisar
a nadie. Nosotros dentro. En esta casa tomada, tomada también
por nuestra soledad, nuestra tristeza, el desánimo inadvertido pero tenaz
que nos va inundando con los días. Casa tomada
estos días y nuestra vida en ella, también ya
casa tomada los poemas.
Santiago Montobbio, Los poemas están abiertos