Este hombre perdido entre la verdad y el deseo, la mentira y el éxito, este hombre. Este hombre domesticado en las alcobas del capitalismo salvaje. Este hombre agradecido de estómago. Este hombre sin fuerza en el clítoris, sin ánimo en el pene. Este desnudo hombre que nunca camina sobre las aguas por falta de güevos. Cojones categóricos. Por falta de ánimo, por falta de verso. Por falta en el traje, por falta en la lengua. Este hombre que no sabe subir a los árboles. Este traidor redundante que traiciona al hombre, que vendió a su especie por un puñado de mijo. Esta mierda de hombre. Estas jaulas. Encerrado en su torre. Sometido al jardín, colecciona pétalos. Esta mierda de hombre, que pasea su verdad por la ciudad, por el entramado crucial de sus desastres. Este norte perdido. Esta puta barbarie. Este hasta dónde. Qué pena saber a dónde vas. Hombre.
Tomás Rivero