DE cómo la religión y el fanatismo pueden ser nuestros peores enemigos y sacar a la luz los más indeseables demonios, nos habla este thriller de Silvio Narizzano, Te espera la muerte, querida (Die! Die! My Darling!, 1965), basado en una novela de Anne Blaisdell, que ha superado con notable la prueba del algodón.
Histriónica y sarcástica, aunque tremenda en su planteamiento, la película de Narizzano, de impecable fotografía, se sustenta sobre todo en el guion de Richard Matheson, retorcido donde los haya, y en la memorable interpretación de Tallulah Bankhead, que por sí sola justifica ya el film y es de las que nunca se olvidan.
Un caserón victoriano, una viuda excéntrica obsesionada por la muerte de su hijo, y la visita de cortesía de su antigua novia, que desata un torbellino de pasiones y situaciones límite, son las principales bazas de esta cautivadora película, otra de las perlas de la Hammer a reivindicar.
Vicente Muñoz Álvarez,
de Cult Movies 2: Películas para la penumbra
(LcLibros, 2018)