Luis Harss, chileno, nicaragüense por vía materna, argentino, uruguayo, guatemalteco de vida un tiempo y hasta estadounidense, publicó en el año 1966, Los nuestros, fijando, no sólo la nómina del “boom”, sino también su denominación, anglosajona, distinta de nuestra lengua. Además, lo hizo en inglés, tan en español que escribían ellos, y luego se tradujo/adaptó a nuestra lengua. La portada, de Editorial Sudamericana, muestra, detrás del título, un montón de nombres de diversa procedencia en el que todos podemos reconocernos literariamente.
En Panamá, los nuestros, son todos los que aquí conviven y escriben y publican, no sólo sus obras de ficción, sino que también ejercen el periodismo entre nosotros (tan denostado, tan mal practicado desde la ortografía hasta la ética). Asombra ver cómo en redes el desprecio istmeño (aprendido no sé dónde ni de qué malsanos complejos extremistas), manda de vuelta a “su casa” al que no nació aquí. La ignorancia es atrevida y estúpidamente reduccionista. Seguir leyendo el artículo aquí.
Artículo publicado en el diario La Prensa, martes 11 de octubre de 2022.
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En Panamá, los nuestros, son todos los que aquí conviven y escriben y publican, no sólo sus obras de ficción