el delirio de una voz en primera persona, desplegar identidad, acurrucarse
en un arquetipo para que no te disparen,
garabatear una relación valorada
y su ejecución material.
crear, dar de comer a mi psiquiatra
y que le guste lo que escribo con su lápiz
de labios en el espejo del baño
vengo ahora, muy ahora para todo
lo que nos está pasando; caminamos ellas
y yo, seres más estables que la ficción
de nuestros carnets de realidad
creo en el flujo de acontecimientos
que acabaron con Ballard, también
en las limas de uñas, y en las otras,
las que duermen en las barras
de pan de tu masa madre;
creo en barbecho porque de él será
el reino de nuestro cielo
*
agua bendita
a los templos;
de ti;
por mi gran culpa,
por la coordinación
invas–hora
no ecaja la mañana
en el buril del tiempo
entrena tu mente
y su arte cisoria,
sangran los cuerpos
que amas
cultivas haikus, kortas
*
caerme bien,
sin demasiadas
abolladuras
sin demasiadas
abolladuras
exonerarme
de todo deber
cumplido
renunciar a patrias,
a signos de identidad
cardinales, al uso
y a la costumbre
entenderme a solas,
dejarme ir, mudar,
jugar a dados
con la sombra,
perdurar en el empeño
de abandonar el control,
dejar que se desvanezcan
patrones y símbolos;
dejar estar, en la vacuidad
de cada instante
*
amo a las detectoras
de movimiento,
a las células fotoeléctricas
que duermen equivocadas
en los oscuros garajes
del mundo
de movimiento,
a las células fotoeléctricas
que duermen equivocadas
en los oscuros garajes
del mundo
deseo sin cuartel
a las detectoras de humo
y a sus puertas correderas
palabras envasadas al vacío,
a granel
bajas en calorías
hasta mí
*
devolver algunas palabras
antes de que caduque
tu plazo de garantía,
usar las pocas
que te van quedando
disponibles, hacelo
con la escasa ortografía
que te permiten los años;
reservar sombra para dos
antes de que caduque
tu plazo de garantía,
usar las pocas
que te van quedando
disponibles, hacelo
con la escasa ortografía
que te permiten los años;
reservar sombra para dos
supervivir gracias a los baños
de arcilla y a la intemperie del jazz
Luis Colder