Otra de las películas señeras del gótico italiano, La maldición de los Karnstein (La cripta e l'incubo, 1964), de Camillo Mastrocinque, reúne con sutileza todos los tópicos del género: castillos sombríos, criptas y pasadizos, monasterios en ruinas, maldiciones familiares, crímenes pasionales, espectros y aparecidos...
Adaptando a la pantalla grande la Carmilla de Sheridan Le Fanu, Mastrocinque rubrica un filme elegante, onírico y sugerente, lleno de luces y sombras, lúgubres tañidos de campanas y emociones contenidas, que nos envuelve en un maravilloso y tétrico halo de ensoñación.
Fantástica Adriana Ambesi, que parece comerse la cámara con sus enormes ojos negros, solvente como siempre Christopher Lee (en uno de sus escasos papeles de bueno) y convincentes todos los demás actores secundarios, sobre cuyas interpretaciones se sustenta en gran parte el peso de la película.
Si os gustan Charles Maturin, Horace Walpole y Matthew Gregory Lewis, la trinidad gótica por excelencia, además de Sheridan Le Fanu, el padre de la inmortal Carmilla, disfrutaréis de lo lindo con este largometraje.
Vicente Muñoz Álvarez,
de Películas que erizan la piel
(Canalla Ediciones, 2019)