Este verano ya está llegando a su fin, y con él lecturas que nos han marcado lugares de paso, entornos idílicos, de postales, o novelas ambientadas en bosques alejados de la civilización. Gracias a mi equipo de expertos (denominados así a partir de ahora), he tenido ocasión de hacer una pequeña encuesta a través de los formularios de Google sobre los hábitos que hemos tenido en verano. Por ejemplo, si se lee más en tapa dura o en tapa blanda, qué soporte se elige para la ocasión (teniendo en cuenta que a la playa es engorroso llevarse un libro de 500 páginas de tapa dura) o qué autores que han publicado recientemente se han leído más. Por aquí os dejo los resultados.
¿SE LEE MÁS EN VERANO?
Aquí encontramos tres variantes:
→ Los que leen por igual en cualquier época del año.
→ Los que aprovechan el verano para leer.
Se podría pensar que se lee más, como así apunta el escritor Álvarez López: "Sí, suelo leer más, pues en esa estación del año dedico menos tiempo a escribir. No sé si debido a que con el calor es algo más agobiante el crear, pero en verano opto por deleitarme con las historias de otros". Hay más vacaciones de por medio y más tiempo para dedicarlo a los placeres del intelecto. Pero, aunque la lista de libros pendientes suele bajar más en el estío (porque se tiene más tiempo para leer), una gran mayoría lee lo mismo en otras épocas del año; e incluso en invierno, ya que es una época que invita a estar en casa tranquilo.
¿DÓNDE SE PREFIERE LEER?
Quise saber cuál es el lugar preferido para disfrutar de una novela. Lo paradójico es que muy pocos respondieron que en los entornos que supuestamente consideramos veraniegos: playa y piscina. Por el contrario, la mayoría prefiere leer en casa, donde uno está más tranquilo. Estos son los resultados.
¿QUÉ SOPORTE SE PREFIERE PARA LEER?
Aquí hay disparidad de opiniones. Hay quien puede pensar que el formato digital es el más cómodo para llevarse de vacaciones, pues ahí puedes meter todos los libros que quieras, pero lo cierto es que la tapa blanda gana en las encuestas. Estos son los resultados.
ISLA DESIERTA
Además, una curiosidad. Quise preguntar qué libro les gustaría encontrarse en una isla desierta, atendiendo a la publicación que hice hace algún tiempo en el blog. Hay que tener en cuenta que van a pasar muchos meses rodeados de agua, palmeras y arena de playa, con millones de horas muertas. A parte de que algunos se han ido directamente a lo práctico y han optado por un libro de técnicas de supervivencia, otros han preferido literatura de naufragios, como Julio Verne o Robinson Crusoe, "aunque igual no es la mejor opción para evadirse de semejante situación", afirma el escritor Javier Béjar. Otros títulos han sido La vida exagerada de Martín Romaña, de Bryce Echenique. Los santos inocentes de Delibes. Clásicos como El conde de Montecristo, de Alejandro Dumas, Orgullo y prejuicio de Jane Austen, Diálogo, de Platon, o el Quijote. Pero también están los que optan por literatura más moderna, como Limonov, de Emmanuel Carrére, o ya nos vamos a libros más gordos que no se terminan en dos días, como El señor de los anillos, "porque tienen unas enseñanzas hermosas sobre mantener la esperanza", como afirma el escritor Gustavo Sierra.
Sacad vuestras propias conclusiones sobre la elección de cada uno. Tiene cabida toda clase de interpretación.
SEPTIEMBRE: NOVEDADES EDITORIALES
El calendario editorial empieza en septiembre, por ello, suelen aparecer ya algunas listas de libros que van a llegar. Pregunté si los lectores están al tanto en septiembre. A algunos los que les gusta mirar es qué tipo de actividades literarias van a acontecer en los próximos meses y apuntarlas en la agenda, como charlas, talleres, presentaciones o firmas de libros. El escritor Jesús Carrascal afirma: "Sí, para estar a la última", y el escritor Álvarez López confiesa que procura estar al día a lo largo del año. "Pero sí, a la vuelta de las vacaciones refresco en mayor medida mis inquietudes".
Estar al tanto de las novedades no es indispensable, y muchos se informan por casualidad, o durante el resto del año. Septiembre no constituye ninguna excepción, así lo afirma el escritor Arcadio Rodríguez: "Es que tampoco me condicionan sobre manera las estaciones del año. Me da un poco igual el mes del año". Y esto se relaciona con quien verdaderamente opta por estar al día en las novedades, porque los hay que no lo toman en cuenta, que se fían de su instinto literario a la hora de escoger un libro, independientemente del año de publicación. Opinan que las campañas de marketing están sobrevaloradas en comparación con la calidad del libro.
Y en parte pueden llevar razón, ya que las novedades son tantas y nos bombardean con tantos títulos, que uno puede huir de ellas, tanto que muchos lectores se sienten libres para elegir lecturas sin pensar en modas pasajeras.
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Con independencia de las respuestas de los formularios, el verano sirve para reiniciar la mente y el espíritu, para cambiar de espacios y tiempos, para recuperar el tiempo perdido y abrazar a autores olvidados durante el año o a dirigirse a escritores conocidos. Sea como fuere, bendita literatura, benditas novelas, que nos llevan a islas paradisiacas aun estando en la ciudad.