En mi biblioteca, los libros de Javier Marías están entre los de Salman Rushdie y los de Juan Benet. Le vi un par de veces por Madrid, de lejos, y de cerca sin acercarme, en la Feria del Libro. Le leí con asombro, y me pareció siempre un tipo seguro de lo que decía y de lo que escribía, un chulo en toda regla, cosa que muchos no le perdonaban, y es que, cuando uno está seguro de lo que dice y de lo que escribe, la gente se siente amenazada. A Marías, eso le daba igual.
Su legado, una muy trabajada obra, dieciocho libros entre novelas y cuentos, cientos de artículos y varios ensayos, sobre todo “Vidas escritas”, una lección de búsqueda literaria, de lectura inteligente y de recreación biográfica, fruto de la prodigiosa antología “Cuentos únicos”, de autores ingleses desconocidos del género fantástico y de terror. Marías haciendo arte del arte de leer. Seguir leyendo el artículo aquí.
Artículo publicado en el diario La Prensa, martes 13 de septiembre de 2021.