La conmoción armada del poema la propuso Gabriel Celaya, por allá por 1955, en su libro Cantos íberos, concretamente en el poema La poesía es un arma cargada de futuro, donde la sentencia mayor de la condición del poema y del poeta no es su calidad de arma, sino su fondo ético: “Maldigo la poesía concebida como un lujo/cultural por los neutrales/que, lavándose las manos, se desentienden y evaden./Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse”.
Ela Urriola, (David, 1971), toma la palabra al poeta y compone un estremecedor poemario, El vértigo de los ángeles (2019), que aborda la pederastia de una manera frontal y hermosamente perturbadora, sin faltar al compromiso con la poesía, con el poema, con la voz acallada y tantas veces ninguneada de las víctimas en el seno de una iglesia cuyos principales valedores traicionaron la confianza más sagrada que se les encomendó: la inocencia de los niños. Seguir leyendo aquí.
Reseña publicada en el diario La Prensa, viernes 12 de agosto de 2022.
Enlace (aquí) a la musicalización de "Pájaros en los ojos", de Ela Urriola.