Hermandades, círculos, aquelarres y sociedades secretas de mujeres siempre han sido vistas con temor y desprecio, y sus integrantes perseguidas, condenadas o humilladas públicamente. Una mujer con poder es siempre peligrosa. Porque magia y feminismo –y esta obra así lo demuestra– siempre han estado muy unidas, al trazar mitologías, tradiciones y prácticas ancestrales y secretas donde la mujer, ya sea como bruja, hechicera o maga, es su protagonista, igual que sucedió con espiritistas y médiums durante el siglo XIX, verdaderas mediadoras o mensajeras entre este mundo y lo sobrenatural.
En Mágicas. Brujas, magas y sacerdotisas del amor, el libro ilustrado de esta historia rara vez contada y, con frecuencia, menospreciada en los grandes tratados sobre lo oculto, aparece la misteriosa Maria de Naglowska, quien en el París de entreguerras editó el periódico La Flèche, subtitulado «Órgano de Acción Mágica», fascinó a los surrealistas y fundó la Hermandad de la Flecha de Oro, un culto formado por «sacerdotisas del amor» y «prostitutas sagradas» dedicadas a la magia sexual en misas negras donde se invocaba a Satán.
También desfilan Florence Farr, actriz, sufragista y líder de la Orden Hermética de la Aurora Dorada, la sociedad ocultista contemporánea más influyente. O Ida Craddock, que luchó por la libertad sexual de las mujeres, siendo perseguida hasta que se suicidó. O el ejército de wiccanas, nuestra moderna brujería, donde destaca Doreen Valiente. O el activismo político de W.I.T.C.H., de las que hoy, medio siglo después de su fundación, se crean células en muchos países («Cuando te enfrentas a una de nosotras ¡te enfrentas a todas!», advirtieron). O brujas, en su sentido más estricto y provocador, como Rosaleen Norton. O Leah Hirsig, «Mujer Escarlata» de Thelema, pseudoreligión fundada por Aleister Crowley.
En esta antología de mujeres en el mundo oculto, editada por Grace Morales, especialista en cultura subterránea, hay teósofas, brujas, neopaganas, luciferinas o simplemente bohemias interesadas en el esoterismo. Todas ellas plasmaron sus ideas sobre el mundo visible e invisible en brillantes manifiestos, ensayos o hechizos que reproducimos aquí. Y también todas se declararon feministas, radicales, sufragistas, magas, brujas y, por supuesto, hermanas.
Se incluyen ensayos de Alice Bunker Stockham, Victoria Woodhull Martin, Ida Craddock, Florence Farr, Renée Vivien, Mary MacLane, Maria de Naglowska, Leah Hirsig, Rosaleen Norton, Doreen Valiente y W.I.T.C.H.