Plan siniestro (Seance on a Wet Afternoon, 1964), de Brian Forbes, es un descenso perturbador a los infiernos del alma y al origen de la locura y el miedo.
Poco conocida en nuestro país, esta obra maestra del cine inglés descoloca por dentro y es una de esas películas que, pese al paso del tiempo, os lo aseguro, nunca se olvidan.
Richard Attenborough y Kim Stanley, gigantescos los dos, monopolizan obsesivamente la cámara mientras desglosan su maquiavélico plan, generando un clima de desasosiego y tragedia que crispa los nervios.
La impresionante fotografía, su retorcido guion, los desesperantes silencios y un final epatante y descorazonador, harán las delicias de los cinéfilos más exigentes.
Un tenebroso cuento de maltrato psicológico, dependencias y traumas, que acongoja y se queda grabado en la memoria a fuego.
Vicente Muñoz Álvarez,
de Películas para llevarse al Infierno
(LcLibros, 2018)