Mientras fumo tranquilamente
en esta silenciosa habitación
observando cómo las volutas de humo
se van disipando en el aire,
me pregunto qué he hecho con mi vida,
y no sé muy bien qué debo responderme.
La he apurado sin piedad
calada tras calada, pienso,
sin apenas justificarme.
Ha sido fumar(me) y esfumarme, sin más.
Y ahí, en el cenicero, reposan
todas mis ilusiones y esperanzas
reducidas a cenizas:
los últimos restos de mi pobre existencia.
Esteban Maldonado, de Las sombras de la vigilia (Kristal Editorial, 2021)