EL OLOR YA LÁNGUIDO DE LOS TRONCOS DEL BRASIL.
Lo siento cuando voy a cerrar los porticones
de la galería. Han florecido con profusión,
y la han llenado de un perfume intenso,
como de jazmín. Pero se abrieron las flores
ya hace días, y es aún aroma que se percibe,
e intenso, pero también que muere, que se va.
Se va la tarde y el olor intenso y tropical
que inundaba la galería. Quedará un perfume
roto de flores imprevistas después de todo
lo que hemos sufrido, y aire libre
para que se pueda ir, y con él
la enfermedad y la muerte.
Santiago Montobbio, De infinito amor vol. II (Cuaderno del encierro)