Estoy revisitando estas noches, como casi todos los años por estas fechas, invierno profundo en mi tierra, las películas de Saura de finales de los 60 y 70, puro arrebato para mis cinco sentidos, y de entre todas sus joyas de aquel tiempo, Cría cuervos, sin duda, se lleva la palma al respecto: no sé qué tiene, infancia, nostalgia, terror, simbolismo y ternura, a mayores, claro, de Jeannette y su Porque te vas, que para mi generación es una puerta: como Proust con su magdalena, vuelvo a la Transición y a aquella España fascinante y terrible por arte y magia del cinematógrafo: un Grande de su época y mi educación sentimental, en Mayúsculas.
Vicente Muñoz Álvarez