La ficción -y no me he vuelto loco- aporta una imagen más nítida y precisa de lo que somos, que la realidad que se nos vende. Pero, esto no es nuevo, Cervantes ya sabía que la grandeza estaba en la locura de Don Quijote y no en la sensatez de Sancho.
Este libro, junto con los que le seguirán, pretende realizar un acercamiento a lo que el narrador que firma imaginó y pergeñó a lo largo de un tiempo determinado, sosteniendo todavía pese a todo, que no se considera un escritor sino un lector que de vez en vez escribe.
Espero que disfruten de la travesía.
Paco Huelva