beber vino en un bar de abuelos
de esos bares desangelados y fríos como lápidas de mármol
de camareros ojerosos vino barato carajillos y copas de 103
esos lugares donde ahogar o sacar a flote
el dolor o los demonios -que se llevan dentro muy dentro-
y donde:
bebedores broncos de esos que culpan al resto de los mortales de sus desgracias
bebedores solitarios silenciosos casi invisibles que evitan hablar para que no se le escapen las lágrimas y los mocos
bebedores pegajosos y molestos como moscas que hablan y hablan para espantar a manotazos su mediocridad
bebedores nerviosos afilados inquietos incansables que creen tener todavía una oportunidad
compartíamos la misma imposibilidad de levantarnos
y nos sobraban las mentiras hermosas para seguir bebiendo vino
y donde moríamos todos los días
para seguir viviendo
José Pastor González, del poemario "antes que olvidáramos como volar"
la fotografía es de Patrice Molinard