No podemos dejar de mirar y repensar la ilustración que la ilustradora y dibujante de cómics Raquel Alzate ha publicado recientemente en La Residencia de Historietistas (esa exclusiva e impredecible revista-boletín de la que con tanto entusiasmo les hablamos aquí). En la producción de la Vizcaína siempre han abunddo los motivos gótico-románticos en una aproximación a la cuentística, la religión y el folclore popular cargada de tenebrismo. Su estilo gráfico, a medio camino entre un pictoricismo de claroscuros barrocos y el ala más perversa del surrealismo-pop, funcionaba a la perfección en aquel cuento trágico de resonancias medievales que fue Cruz del sur; un cómic a todas luces minusvalorado.
El número 7 de La Residencia de Historietistas está dedicado a "Los agujeros". En su colaboración, Alzate a dibujado una estampa que ha titulado así, "Los agujeros. Naturaleza muerta", y que pareciera que alguien hubiera desenterrado de un antiguo códice apócrifo de grabados sacrílegos. Una ilustración llena de lecturas para consumar una idea feliz.