Ya no me preocupa mucho, si he de ser sincero, cada vez menos, dónde estarán hoy, después de tantos años, mis libros, a qué hogares y corazones habrán llegado, qué fibras y emociones habrán tocado, etcétera, pero sí que me viene a la memoria, como una magdalena agridulce de Proust, el tiempo en que aún me importaba verme en la palestra y en los escaparates de las librerías, pensando que así aumentarían mis ventas... Deja a tus libros estar, pienso ahora, en plena crisis de los cincuenta (y cinco), que sigan su camino, es mi filosofía... Pero lo que sí me hace todavía ilusión es encontrármelos por sorpresa, por pura casualidad, dando un paseo por mi ciudad: ahí lo tenéis: Librería Sputnik, León, entre otros títulos de editoriales afines: nuestro será el Reino de los Cielos...
Vicente Muñoz Álvarez