Mira que me gusta a mí Asturias, que la llevo, como ninguna otra tierra, por encima incluso de la mía, al fondo del alma, que adoro sus florestas y umbrías, paisajes y paisanajes, su sidra y sus quesos, sus playas, poetas y mares, que trabajo desde hace 25 años allí y estoy acostumbrado a su clima, etcétera, etcétera, pero esta vez, qué le vamos a hacer, nos la jugó: vacaciones pasadas por agua del primer al último día, humedad como nunca antes sentí en los huesos y lluvia inclemente y oblicua en la venas: Puxa Asturies, patria querida, para otra vez, espero, será...
Vicente Muñoz Álvarez