Estaba sentado en un bar
de buena muerte
cuando aquella mujer
arrastró su cascarón
hasta la oscuridad de mi mesa
y me abordó a quemarropa
Allí estaba yo
tranquilamente
afilando palabras
y hablando solo
con mi dolor
bebiendo cerveza
y paladeando el silencio
que enmohecía cada instante
con las delicias de su olvido
¿Eres escritor?, preguntó
¿Sabes? Yo también escribo
Relatos cortos, dijo
¿Y qué estás escribiendo?
¿Sabes? Yo también escribo
Relatos cortos, dijo
¿Y qué estás escribiendo?
De la tristeza
Del azufre
La sal, contesté
Del azufre
La sal, contesté
Entretanto
Ella me miraba guiñando
aquellos ojos de sapo viejo
y envolviendo mi labios
con la desazón de su aliento
Ella me miraba guiñando
aquellos ojos de sapo viejo
y envolviendo mi labios
con la desazón de su aliento
¡Oh qué triste!, dijo
Sí
qué triste, dije
Sí
qué triste, dije
Deberías escribir
sobre cosas más alegres
sobre cosas más alegres
Y tenía razón
Pensé
que la tenía
y también
pensé
lo fascinante
que sería
que se ahogase con el eco
de su propia voz
y lo jodidamente hermoso
que habría sido contemplar
cómo se inmolaban sus ojos
y el resto de su cabeza
allí
justo delante de mí
y del ejército
de vasos vacíos
que ocupaban
el resto de la mesa
y de mi vida
con su silencio
estremecedor
Pensé
que la tenía
y también
pensé
lo fascinante
que sería
que se ahogase con el eco
de su propia voz
y lo jodidamente hermoso
que habría sido contemplar
cómo se inmolaban sus ojos
y el resto de su cabeza
allí
justo delante de mí
y del ejército
de vasos vacíos
que ocupaban
el resto de la mesa
y de mi vida
con su silencio
estremecedor
Rafael López Vilas
Cover by Jennifier Dionisio