Y quella fragancia a Chanel antiguo
de los desguaces, con la sociedad
anónima de los charcos y el humo
compartido de Sombra que buscaba
el cielo oxidado de los sesenta.
En la memoria aquel paraíso
de negros suaves tocando blues,
B.B. King con su Gibson ES-335
en una gasolinera de Nevada.
Morir no era una opción entonces,
el tambor de Ariel lo limpiaba
casi todo en aquella infancia teofórica.
Luis Colder