en una habitación
de hotel
el mar que choca con
las rocas.
olor a salitre.
a lo lejos una pareja
camina cogida
de la mano por la playa
para después
desaparecer en el horizonte.
un par de palmeras
que el viento mece
junto al balcón.
las palmeras siempre me
recuerdan los libros
de Fante.
a veces—sólo a veces—
la vida no es una
batalla
Albert Sihod