La noche ha dejado
un par de copas vacias
sobre la mesa
y un libro de poemas.
En la ventana,
hay viejas luces de neón
y gotas de lluvias
que resbalan.
En algún lugar,
alguien se agarra al borde
de un profundo precipicio,
gimotea y siente
el insoportable dolor
de sus uñas descarnadas.
Pero eso sucede en otro sitio,
y los dos sabemos
que todo está muy lejos
y que no vamos a llegar
a tiempo.
Yo escribo la palabra "Paz"
y dibujo un corazón
en los cristales.
Antonio Javier Fuentes Soria