Silvia Plath: Antología poética.
Navona Editorial, 2019. Selección de Ted Hughes. Edición bilingüe. Traducción de Raquel Lanseros.
Sacudidas, espasmos, extrañeza. La complejidad de Plath, poeta superdotada. Su sello: una herida roída por las fieras.
Lengua acerada de cristal opaco. Mano que prensa las esquirlas. Con la sangre quebrada compone un sudario. Un sudario retorcido como el pensamiento.
El olor denso en las manos. La hoja seca en el agua. Ojo abierto, cuenca vacía. Campana telescópica. La claridad no sirve. En la última línea, rechinan los goznes. Alimento diluido en tinta carmín. Un pulgar cortado rotula el mundo y acalla toda voz. Alguien dice a voz en grito: “FUERA”.
El desafío de la traducción —gesta y dudas, advierte Raquel Lanseros— de una obra que respeta el orden cronológico de composición establecido en 1985 (Faber & Faber Ldt, Selected poems).
Qué quedó de Plath en sus poemas. Cuánta Plath renace en castellano. Sentimos a la que fue: prodigio. Se fue respirando.
«Palabras secas y sin jinete
Infatigable golpeteo de cascos.
Mientras
Desde el fondo del estanque, las estrellas fijas
Gobiernan una vida».