En medio de la ruta y en lo tocante al calzado, después de tres semanas en la carretera, expuesto a virus y tempestades, este es mi pensamiento y argumento básico: crispación no, por favor, no... Pedidos que se retrasan, anulaciones, prisas, broncas, incertidumbre, nervios, desconfianza, miedo... Y en la madurez de mi trayectoria literaria también, mi otra media vida, después de tres décadas ya en el camino, pienso y manifiesto lo mismo: crispación no, por favor, no... Tiempos realmente extraños, estos que vivimos, atípicos y estresantes en grado sumo, pero paciencia con todo en general, para entendernos y complementarnos como hasta ahora siempre hemos hecho, o todo se terminará, como un castillo de naipes, yendo al carajo... Da lástima e inquieta ver a nuestros políticos tirándose los trastos como si mañana se fuera a terminar el mundo, todos contra todos, belicosos e indignos, y eso, quiero pensar y así lo justifico, se contagia a la gente, que se violenta, adopta ese tono y entra, por pura inconsciencia y telepatía, en ese nivel... Irrespirable ambiente el que se respira estos días en este país, que debería suavizarse con versos y besos, tolerancia y comprensión, empatía o resignación, lo mismo me da, pero contención, en cualquier caso, y buenas maneras... Venda lo que venda en la ruta, publique lo que publique, guste o no como comercial y escritor, y pase lo que pase en la Tierra, me digo, lo básico y más importante ahora: convivir y sobrevivir, creo...
Vicente Muñoz Álvarez
Photo by Marlus Leon