Andrea Valdés: Distraídos venceremos. Usos y derivas en la escritura autobiográfica. Jekyll & Jill, 2019.
Último sol del verano. Todavía es posible abrir la piel, apoyarla contra un viejo muro, enredarla en la luz de la tarde.
Lo que somos —la más vieja variable— se oculta en las junturas, en el efluvio, en los brotes surgidos a espaldas de una. Cada escritura revela un llanto, el alarido mudosonoro de Munch.
Hablar de sí es reunir despojos. Un inasible flujo en burbujeo, donde todo intento de caza —y fuga— queda imposibilitado por el estallido bullente. En la marmita, gira nuestra representación.
Mirar bajo la uña hecha trizas (sic) de la escritura autobiográfica, eso hace Valdés. Extraer el absceso de la ampolla, ampliando sus nombres. Demente es la intentona de elaborar una línea recta de acontecimientos, de la que aquí sabiamente se prescinde. La huella dactilar es evasiva. Una mano nos guía en la oscuridad mientras otra nos hunde.
Gran texto —gran ensayo— sobre el seísmo del yo. Dirigido con audaz juicio literario sobre pasos dejados por «nosotros, nos-otras». Si la encuentran (esta obra), no la dejen marchar.