USAIN BOLT A SU HIJO por VÍCTOR PÉREZ



No se trata de ser poeta ni de ser poema sino de salir a emborracharte por ahí para poder mirar el mundo con inocencia y si acaso intentar romperle el corazón a algún camarero viejo y despistado con esas viejas profecías tuyas de toda la vida mezcladas con tu historial amatorio y acabar la noche deshuesado en la cama de una pensión con los güevos volados a tiros y una amapola en la boca. Efectivamente. Se trata de que algo o alguien decida convertir tu cuerpo en un hermoso gajo de amor solitario y odio épico y elemental que todos terminarán olvidando, un hermoso gajo precipitado hacia lo que hubo antes de la poesía y lo que vendrá después de la poesía y que no puedas hablar ni escribir jamás de ello. Sí se puede.

Víctor Pérez


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*