“Desde lo alto de estas solitarias regiones nuestras miradas se sumergían en un mundo inhabitado. [...] Contemplamos las plantas distribuidas por zonas, según disminuía la temperatura de la atmósfera en relación a la altura del lugar. [...] La apariencia de proximidad con la que se ven desde lo alto del pico las aldeas, los viñedos y los jardines de la costa se incrementa por la prodigiosa transparencia de la atmósfera. A pesar de la gran lejanía, nosotros no sólo distinguíamos las casas, el velamen de los barcos y el tronco de los árboles. También veíamos brillar con los más vivos colores la rica vegetación de las llanuras”
Alexander Von Humboldt