tengo que sentarme ya a escribir, disciplinarme, concentrarme, imponerme un ritmo, respetar un horario y no dejarme llevar, no abandonarme, dispersarme, ya basta de excusas, negligencia, pereza, pasa el tiempo, los meses, los años, pasan los días, demasiados paseos, películas, tanta ensoñación, tomarme en serio las cosas, ordenar mi despacho, el escritorio, guardar los apuntes, clasificar las revistas, comprar bolígrafos y carpetas, registrar mis libros, rematar la antología pendiente, los relatos y poemas a medio terminar, el prólogo al libro de P, actualizar los blogs, preparar el siguiente Vinalia, hacer las reseñas de X e Y, contestar a J y M, leer este libro y aquel, perseverar en la poesía, revisar mis libretas, repasar mis diarios, pulir mejor mis textos, hilar mejor las frases, trabajar más los diálogos, dominar mejor los tiempos, retomar el ensayo de T... y también hacerme análisis, controlar mi dieta, fumar y beber menos, reducir más la sal, cepillar a la perra, abonar el jardín, limpiar el garaje y fregar la escalera, echar gasolina a la furgo, hacer duplicados de las llaves de casa, lavar y tender la ropa, engrasar la bici e ir al banco, pasar el aspirador, barrer la terraza... y no dejarlo todo para mañana, perder tanto tiempo, no embobarme tanto en facebook, en el correo, con el emule y con el ordenador...
así me encontraré mejor
así me encontraré mejor
Vicente Muñoz Álvarez,
de Días de Ruta
(Lupercalia, 2014)