Estados Unidos es una nación imponente, seguramente la más potente del planeta, con el permiso de China, con quien lleva peleando bastante en estos últimos años por su supremacía. Sin embargo, si lo pensamos fríamente, Estados Unidos es una nación verdaderamente joven, con poco más de dos siglos y medio de vida, y que además surgió como “escisión” propia del Imperio Británico, sin tener muy en cuenta a los pueblos nativos que ya vivían previamente en aquellas tierras. La historia estadounidense es convulsa y está llena de hitos y momentos importantísimos, que por supuesto, los autores americanos se han encargado de edulcorar y mostrar un millón de veces en novelas, series y películas. Son muchos los hombres que han ostentado el mayor cargo del país, el de Presidente, pero no a todos se les recuerda igual.
Actualmente, Estados Unidos está gobernado por Donald Trump, un magnate de las finanzas que antes de ser Presidente fue showman televisivo, una celebridad que dio el salto a la política y se llevó el premio gordo. Antes que él, la mayoría de Presidentes solían ser políticos de largo recorrido, con alguna reseñable excepción como la de Ronald Reagan, que desarrolló una gran carrera como actor antes de presentarse a la presidencia. Cuarenta y cinco han sido los hombres que han ostentado ese cargo, por más o menos tiempo. Pero pocos pueden estar a la altura del decimosexto Presidente de la Nación, el inolvidable Abraham Lincoln, un personaje sin el cual no se entendería la Historia de los Estados Unidos de América.
Quién fue Abraham Lincoln
Nacido en Kentucky a principios del siglo XIX, Lincoln vivió en aquellos estados del Lejano Oeste durante toda su infancia y adolescencia. Ya en Illinois estudió por su cuenta, convirtiéndose en abogado y llegando a liderar un partido político, el Whig, que le permitió entrar en la Cámara de Representantes por parte de su estado, dando así sus primeros pasos en la política. Tras esa primera etapa, y al no verse respaldado en muchas de sus ideas, volvió a Illinois y siguió ejerciendo como abogado. Una década más tarde, en 1854, se convirtió en uno de los líderes locales del Partido Republicano. No obtuvo mucho apoyo en Illinois en su primera presencia para el senado, pero en 1860 se aseguró su candidatura a la Presidencia, y un año después, en 1861, llegaría a la misma, con una clara idea en la cabeza: la abolición de la esclavitud.
Presidencia de Abraham Lincoln
Aquella apuesta de Lincoln no gustaba para nada en los estados sureños, que apenas le apoyaron en su candidatura a la presidencia. De hecho, antes incluso de ser nombrado como Presidente, varios estados del Sur decidieron escindirse y crear su propio país, la Confederación de Estados Sureños. Poco después, uno de los ataques de estos confederados a un fuerte en el norte hizo que varios estados norteños crearan la Unión. Fue el principio de la Guerra de Secesión, el momento más cruento que ha vivido Estados Unidos en su corta historia. Aquel conflicto marcaría por completo su mandato, y Lincoln tuvo que echar mano de toda su astucia y su buen hacer como político y orador para sacar adelante su presidencia, ya que en un momento dado tuvo que enfrentarse a facciones tanto amigas como rivales, en su propio partido y en otros sectores que le despreciaban por sus ideas.
Abraham Lincoln y la esclavitud
Años antes de llegar a la presidencia, Abraham Lincoln ya defendía la abolición de la esclavitud como una de las bases de su discurso, entendiendo que un país tan grande como Estados Unidos no podía sustentarse en el esfuerzo de esos pobres esclavos, que eran traídos desde África o el Caribe y utilizados en plantaciones para trabajar de sol a sol, sin ningún tipo de pago, como si no fueran personas. Sus ideas chocaron con los estados sureños, y aunque hubo otras razones de peso, seguramente esta abolición de la esclavitud fue la principal causa de la Guerra de Secesión. Finalmente en 1863, Lincoln pudo cumplir su deseo de abolir por completo la esclavitud en su país, y dio comienzo a una nueva era para Estados Unidos. Por desgracia, sería asesinado poco después, cuando la situación ya parecía haberse calmado.
Muerte de Abraham Lincoln
Abril de 1865, Lincoln estaba tratando temas con el general Grant, sobre todo acerca de la Guerra de Secesión, cuando le invitó a una obra de teatro a la que iba a acudir esa noche. Grant desechó la invitación y se marchó a Filadelfia, así que el presidente y su esposa decidieron ir juntos al teatro Ford. Poco después de acomodarse en su palco, el actor John Wilkes Boot, natural de Virginia y simpatizante de los estados sureños, se acercó por la espalda y le descerrajó un disparo en la cabeza con su Derringer. El asesino todavía sería capaz de escapar, aunque luego sería encontrado y acabaría ahorcado por el magnicido. Lincoln moriría horas más tarde, después de una noche entera de agonía, sin llegar a recobrar jamás el conocimiento.
Monumento a Abraham Lincoln
Conocido como Lincoln Memorial, el Monumento a Lincoln es seguramente uno de los más famosos que existen en Estados Unidos. Se encuentra en la capital, Washington D.C., en uno de los extremos del Memorial Mall, y consta de una imponente estructura clásica, muy parecida al Partenón y formada por columnas y un techo triangular, dentro de la cuál encontramos la imponente estatua que representa al Presidente sentado, con su característica barba pero sin su sombrero alto, algo que a muchos les extraña. . El autor de dicha escultura es Daniel Chester French, y se utilizaron 28 bloques de mármol para crear esta magnífica escultura que tiene seis metros de alto por tres de ancho.
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