CEREMONIA
Me asomo a la sima de tu cuna
en el arrullo de tu tantán.
Atado a mis costuras
emerges esta noche:
otra piel en mi piel,
hermoso ritual heredado.
Fuiste luciérnaga en mi vientre
cometa en mi pelvis
burbuja en mi útero.
Escuchaste mi voz
como diente de león.
Fuiste quimera,
mundo adentro.
SEMILLA DE LUZ
Mi cuerpo fue verano
en un vientre de amapolas,
en un marzo trasnochado.
Arrellanada en mis miedos
brotaban de mi relieve
sal y caricias,
calma de siesta
rumor que avasalla.
Surgió una voz que ruge,
que nutre y enajena.
Tendí al sol
los “cómos” y los “cuándos”
para que se perdieran.
Abrí mis compuertas
y gritó el cosmos
una verdad de lejos.
Mi ombligo saltón
quiso ser equilibrista
y perder la línea de rotación.
Sobre las palmas
de mis manos
un remolino en Do mayor.
Abracé la grieta
entre dos mundos,
que habían sido uno.
Mi cuerpo
metáfora,
nido,
refugio.