LA POESÍA ES UN ARMA QUE CARGA EL DIABLO



aquella noche

aún la tengo grabada
en mi memoria a fuego

en un bar
cuyo nombre
no mencionaré

aquella poeta
desnortada
me dijo

mal Vicente
estoy mal

le envié mi poemario
al Maestro Tal
y me contestó

dedícate a otra cosa

eso me dijo
llorando

y a modo de credencial
sacó una carta manuscrita
de su bolsillo
que lo testificaba

la leí

dos líneas
explicando

tu intención
e impulso es sincero
pero dedícate
a otra cosa

la poeta
a los pocos días
se suicidó

y el Maestro Tal

pontificando

aún sigue vivo

han pasado
casi 30 años
desde entonces

y no me lo quito
de la cabeza


Vicente Muñoz Álvarez

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