Jane, con 16 años, es sometida, en el hospital psiquiátrico Benito Menni a un tratamiento de electrochoque para curar su mal comportamiento y su mal carácter, a escondidas, escribe, todas las noches, un diario, no quiere perder los recuerdos, no quiere perder los sueños, no quiere perder la rebeldía
Antoni*, 15 años, se mira en el espejo y no le gusta lo que ve, no le gusta su cuerpo, no le gusta su sexo, con la propina de 20 euros semanales que le dan sus padres, compra aldactone 100 mg a un yonqui del barrio y se mira en el espejo y no es feliz
Marina, 16 años, pasó de ser la chica más guapa del instituto, a ser la chica más dura del instituto, ha dejado atrás los juegos, el amor, los estudios, los porros y el kalimotxo, ahora la vida va en serio, ahora es el momento de la benzedrina, el sadomaso, la violencia, el exceso, la heroina y la autodestrucción, antes que sea demasiado tarde
La pequeña Alba tiene un tumor, está con la quimioterapia, los niños del barrio se ríen de ella porque se ha quedado calva, los niños del cole no se quieren juntar con ella, sentarse cerca de ella. Alba ya no tiene lágrimas, Alba ya no tiene amigas, Alba ya no tiene ganas de seguir luchando, pero no se lo dice a nadie
Eva, 18 años, cuando va puesta de alita de ángel, es la reina de la noche, la reina de la fiesta, la más divertida, la más juguetona, la más salvaje, pero si se queda sin coca es una perra, la más perra y se deja magrear por una raya o la chupa por medio gramo, ya no no no no hay aplausos, ya no no no no hay risas, ya no no no hay diversión
Sonia, 16 años, se marca los brazos con cuchillas de afeitar, se corta hasta que la sangre huele, se raja para olvidar un amor, para olvidar que ya no la quieren, para olvidar el dolor
A Patricia, siete años, dios la ama y ella ama a dios, reza cuando sus padres discuten, reza cuando sus padres se emborrachan, reza cuando sus padres se marchan de fiesta y se queda sola en casa y reza, reza cuando se mea en la cama, reza pero dios no la escucha
José Pastor González