Y hablando de regresiones y sinestesias, supongo que por llevar tanto tiempo encerrado, pura terapia de evasión, como una explosión ahora mismo en mi mente, los Peta Zetas... Acaba de volver a estallar en mi boca, como un Panoramix, todo su sabor: ácido, trepidante e incandescente... Qué me pasará o estará sucediendo, al margen del coronavirus y el caos, me pregunto, qué desorden de los sentidos tendré, esperando a todas horas el silbido del amo, y a qué se deberán estas analogías y correspondencias, como un gran bosque de símbolos dentro de mi cabeza, que de pronto y sin más, teletransportado por arte de magia a otro planeta, me acaban de explotar en la boca los benditos Petas Zetas... Ni Anna Codorniu ni Don Perignon ni Moet Chandon, pienso brindando conmigo mismo desde mi celda: los Petas Zetas... Os dejo, como burbujas marca Acme en el paladar, su intenso sabor...
Vicente Muñoz Álvarez