Días como caballos de Troya y otros como montañas rusas, así son hoy, aquí y ahora, confinados y despojados como por arte de magia de nuestras más básicas libertades y derechos, nuestros estados de ánimo: subiendo y bajando y bajando y subiendo, según las circunstancias de cada uno, al ritmo de las conspiraciones y caprichos del poder... Días sin huella y extraños, sin duda, no de alarma sino de excepción o de sitio, manipulados y oscuros, más de lo que nadie nunca, ni en 1984 Orwell siquiera, pudo imaginar... Sabemos que algo oscuro pasa, pero aún no sabemos qué ni por qué... Como el maestro Osho con muy buen criterio dijo: No busques. Aquello que es, es. Detente y mira. Tiempo al tiempo y que sea lo que el destino quiera después...
Vicente Muñoz Álvarez