¿Qué es un viejoven? ¿Un joven con alma añosa? ¿Un anciano modernete? ¿Alguien con una edad intermedia entre la juventud y la vejez? Aquí mucho cabe – y cada uno de nosotros podrá interpretar lo que guste – pero los diez autores y diez autoras que Ana Patricia Moya y Manuel Guerrero han seleccionado para este libro por estricto criterio de calidad en convocatoria abierta en redes sociales, son escritores nacidos entre 1956 y 1985, supervivientes, resistentes, que al margen de salir o no en la foto fija de la poesía oficial, plantean una intensa relación con su entorno y su contexto; un contexto que casi siempre se establece en el caótico tiempo presente.
Los veinte poetas incluidos en esta antología comparten con casi todos nosotros una condición general de desubicados que surge del vivir en un mundo frágil en valores en el que predominan la culpa, el miedo o la soledad. Poetas que se resisten a la domesticación por medio de una poesía en diálogo que se inscribe con todo derecho en un escenario en el que predominan los poetas (¿?) clones de las redes sociales o los y las poetas bien instalados y relacionados. Frente a ellos, estos poetas viejóvenes sin foto, sin filiación ni protectores que, curiosamente, constituyen la foto del panorama poético no oficial, ofrecen algo muy refrescante y nuevo, algo muy individual: una mirada intensa de exploración desde los márgenes del discurso poético establecido que constituye una nueva realidad. Acercárnoslos es el acierto de esta antología.