De niño
no entendía por qué
mi abuela
cuando la leche
estaba demasiado caliente
en vez de
echar fría
la pasaba a otro vaso
y luego al origen
y luego al otro
y vuelta al primero
así hasta que
se templaba el desayuno.
Ahora
que tiramos tanta comida
descubro el porqué:
mi abuela
sabía la medida exacta
del hambre. De la penuria
la pobreza y el no tener
ni tierra
que echarse a la boca.
Jorge M Molinero