Ser mujeres
En su primer discurso frente a la Plaza de Mayo, el flamante presidente Alberto Fernández se despidió exclamando: "¡Vamos a ser mujeres...!", y de inmediato corrigiéndose: "¡...mejores!" Le compro el lapsus. Sea de su propia cosecha inconsciente, o bien infiltración de la inteligencia colectiva, se trata indudablemente de lo más memorable –y profético– que escuchamos esta noche. La política también se hace haciendo lenguaje sin querer.