según Don Juan Matus (tal cual nos enseñó Castaneda) son plantas de poder que ayudan a desplazar nuestro punto de encaje para convertirnos en hombres de conocimiento, la datura y el humito, para él, y las setas para mí, sobre todo boletus... porque si desplazar el punto de encaje consiste, según Don Juan, en modificar nuestra percepción de las cosas para ver la realidad de otra manera, las setas en mi caso, qué duda cabe, son aliados también: buscarlas año tras año en primavera y otoño, al terminar la ruta, convirtiéndolas en terapia y recurso de fuga, puertas abiertas a la ensoñación... con pocas cosas consigo serenarme tanto, nada como perderme en el bosque para aventar mis neuras y miedos concentrado exclusivamente en su búsqueda, sin pensar en ninguna otra cosa, concienciado plenamente en la acción... sólo comparable, quizás, en su capacidad de absorción, al acto de escribir, nada que me sosiegue y equilibre tanto, que me reconcilie de igual modo con mi ser verdadero...
Vicente Muñoz Álvarez,
de Travesía
(Chamán Ediciones, 2018)
photo by Marlus Leon