Dediquen 8 minutos de sus vidas a disfrutar del final de Z, la obra maestra del director griego Costa-Gavras. Unas imágenes que no tienen desperdicio y que están satíricamente adornadas con una marcha militar que el gran compositor Mikis Theodorakis dedicó a los militares responsables de la dictadura que los ciudadanos griegos padecieron en sus carnes entre 1967 y 1974 (la tristemente célebre Junta de los Coroneles).
Y, como se dice al final de la película, quiero que sepan que...
"Cualquier parecido con hechos reales, y personas vivas o muertas, no es accidental.
Es INTENCIONADO."