Películas que erizan la piel es la tercera entrega de una serie de libros que el autor dedica al cine de culto. En este caso se centra en el terror en sus más variadas vertientes. Tan variadas que hay películas cuya presencia en el texto pueden sorprender al lector, pero tienen su razón de estar, como se verá más adelante.
No se trata de una de esas típicas (y aburridas, por predecibles) listas de «mejores» películas del género, sino de una obra eminentemente subjetiva, donde el autor expone las que más le han impactado, siendo la mayoría rarezas que considera justo reivindicar, muchas de ellas producidas en los años 60 y 70, años de la niñez y adolescencia del autor y, por tanto, cuando se gestaron sus principales miedos y fantasmas.
Se centra en (cito textualmente): «obras que cuestionan el mundo en que vivimos, que remueven las vísceras y las conciencias, que aceleran la sangre y el corazón, mostrando sin filtros éticos ni políticos la realidad (sin duda violenta y cruel) que el HOMBRE ha creado».
Destaco el término «hombre» porque en él reside el porqué de la presencia de algunos films en este libro. Abundan los relatos de fantasmas, posesiones y casas encantadas, sobre todo las versiones cinematográficas de la obra de Edgar Allan Poe (uno de los referentes literarios de Vicente Muñoz), pero también el terror psicólogico y el miedo, puro y duro, a lo que nos puedan hacer. Por eso se incluyen algunas películas que, a priori, uno no esperaría encontrar aquí, como «La noche del cazador» o «¿Qué fue de Baby Jane» (dos de mis favoritas de todos los tiempos, dicho sea de paso), «Henry, retrato de un asesino», o la que, haciendo honor al título, más me ha erizado la piel a mí en los últimos años: la estremecedora «Martyrs».
Obvia Vicente los clásicos afamados que no necesitan presentación, pues el objetivo es dar a conocer las rarezas con las que él ha disfrutado, sin embargo no puede evitar incluir ciertos clásicos como «Psicosis», «El resplandor», «La semilla del Diablo» o «La matanza de Texas» por lo que han significado en su vida.
Sin ningún tipo de criba: mudo y sonoro, blanco y negro y technicolor, el Hollywood más fastuoso y las coproducciones europeas, la serie B, las superproducciones y los metrajes de corte indie... Todo se da la mano en este catálogo de 200 referencias llamado a ampliar, y mucho, la visión que de esta parcela del séptimo arte se tiene hoy en día.
Un libro que, tal y como yo he hecho, recomiendo leer lápiz en mano para ir señalando aquellos títulos que nos llamen la atención (presiento que se van a multiplicar mis visitas a la bibliotecas) y anotando nombres de directores de los que apenas sabía nada para poder indagar en sus obras más allá de las películas reseñadas aquí, como Roger Corman, Rafael Baladón o Mario Bava.
Ya había reseñado en este blog otras obras de este genial poeta y narrador («Regresiones», «Travesía») y hoy vuelvo a recomendar la lectura de uno de sus libros que, a su vez, es una interesante aproximación al autor a través de sus pasiones y sus fobias.
Luis Sánchez Martín
SINOPSIS:
«Tanto en la literatura como en el cine (y en todos los demás ámbitos creativos) me interesan las obras que cuestionan el mundo en que vivimos, que remueven las vísceras y las conciencias, que aceleran la sangre y el corazón, mostrando sin filtros éticos ni políticos la realidad (sin duda violenta y cruel) que el hombre ha creado. Este es, en última instancia, el criterio de fondo que he utilizado para confeccionar este listado de películas de culto: lo crítico, lo atípico, lo raro, lo grotesco, lo perverso, lo incómodo, lo hiriente, lo hipnótico, lo arrebatador... Aunque no menos importante, también, ha sido el punto de vista y enfoque literario con que las reseñas han sido ideadas, las conexiones de todas estas películas con libros y escritores que admiro y he leído intensamente en el transcurso de mi vida adulta, igualmente básicos y determinantes para mi formación. Más que una guía cinéfila al uso, pues, este manual está concebido como un diario personal donde me he despachado a gusto con muchas películas que yo opino que nadie debería dejar de ver».
Vicente Muñoz Álvarez