Qué vida habrá. Qué no vida.
Qué sueño perdido, qué esperanza.
Cuando se acaben los poemas,
el adiós que anuncian con
insistencia haya llegado
y todo sea un desierto
como el que tantas veces
en ellas canto. Qué habrá.
Voy de vuelo en el poema y
literalmente vuelo en estos
momentos por el cielo. América.
Nicaragua. La tierra, el alma.
Qué habrá, sí, qué habrá
después de los poemas. No
parece que si ellos no están
y no son posibles pueda
haber nada, algo que
merezca sentirse
como la vida, algo
que al menos se
parezca.
(Avión a Managua)
Santiago Montobbio, Nicaragua por dentro