Lo que podríamos llamar
el panteón negro de la literatura
ENRIQUE VILA-MATAS
Paul Verlaine
bebiendo y llorando solo
ante la imagen de Rimbaud
en el fondo verde
de su copa de absenta.
Rimbaud
que ya andaba lejos
de la elegancia de la desesperación
para ir en busca
de las mágicas formas
de la felicidad
que a todos alcanza.
Charles Baudelaire
quemando su herencia y su dones
con aguardiente
mientras el demonio
se agita alrededor.
Edgar Allan Poe
muerto, borracho, en una fría calle
empedrada de Baltimore
envuelta en misterio.
Y un servidor,
que por un maldito amor
casi no lo cuenta
si los del 112 y mi madre
no me hubieran despertado,
en mitad de mi suicidio,
para hacerme un lavado de estómago.
Cuidado, joven poeta.
Cierta poesía es un fuego salvaje.
Que no es bueno tragarse
más de tres poemas malditos
hasta la maldita poesía lo sabe.
Abel Santos, de Huelga decir (Boria Ediciones, 2019)
https://boriaed.com/producto/huelga-decir/