ha sido un año realmente intenso, este, como un extraño vendaval, en el que han coincidido por no sé qué karmas o sortilegios, libros, híbridos, enfermedades y padres en el hospital, calzado y días de ruta, inundaciones e incendios, presentaciones y festivales, reediciones y frustraciones, miedos y desengaños, esplín y crisis y yo qué sé qué más ya... y se mezclan dentro de mí, de un modo que no sé cómo interpretar, la pena y la alegría, las lágrimas y las sonrisas, la ilusión y el desencanto, o cómo os lo explicaría yo, en suma: el yin y el yang... sé que la vida es así, que se va complicando, que el dulce es amargo y que todo va y viene y viene y va, pero ahora mismo estoy lo que se dice agotado y tengo que descansar... brújula para los desnortados...
Vicente Muñoz Álvarez