Otro clásico que tenía pendiente de lectura: la primera novela de John Fowles, que cuenta lo que sucede cuando un coleccionista de mariposas con evidentes tendencias psicópatas rapta a una chica y la encierra en su casa, en principio sólo para observarla, sólo para tenerla, lo cual da más miedo que si se dedicara a atacarla. La historia está contada desde ambos puntos de vista: secuestrador y secuestrada. Fue rompedora en su momento y ha sido imitada hasta la saciedad en el cine, la literatura y la televisión: de hecho, a medida que uno se va adentrando en la novela, nota situaciones, momentos, actos del coleccionista secuestrador, que le recuerdan a algunos títulos famosos de la narrativa, sobre todo cinematográfica.
Es una novela que genera mal rollo desde el principio, pues Fowles pone en manos de un perturbado la integridad y la vida de una joven, y el lector no sabe (igual que ella) si va a terminar estallando para perpetrar torturas y violaciones o si sólo se dedicará a observarla igual que a sus insectos. Es un ejercicio maestro de suspense, que además incluye una historia contada desde dos puntos de vista que no pueden ser más opuestos. Un clásico en toda regla, y una narración pionera.
[Sexto Piso. Traducción de Andrés Barba]