no dan pies con cabeza.
Encuentran
todo
queman
casas y yemas
dentro de un silencio
que se queda
hasta que las llena
se miran
hasta aplastar el grito
y sin saber que hacer
se aprietan
para escuchar el sonido que desprenden
causan todo lo que conocen
y vuelven a caer en el primer paso,
un miedo insólito que reaparece.
María Couceiro