los malos tragos, los golpes bajos y los desengaños, frente a la amistad verdadera y los compañeros de ruta y poder... esas maravillosas personas, salvavidas en las tormentas, islas de luz que llenan de buenos latidos mi vida y que milagrosamente siguen ahí, están siempre ahí, junto a esas otras que por algún sortilegio el destino va situando a medida que pasan los años en mi camino... como un contraste imposible de pesos y balanzas, mi vida y experiencia, y esas personas, faros en las tinieblas, que están siempre ahí, siguen ahí, mientras algunas desaparecen y aparecen como por arte de magia otras nuevas...
Vicente Muñoz Álvarez,
de Travesía (Chamán Ediciones, 2018)