el escorpión avanza sobre la arena suelta
su aguijón oscuro recorta el aire
quienes cierran los ojos fingen no verlo
quienes lo siguen creen estar
ante un dios ungido por la tierra
el escorpión avanza y tú no has hecho nada
has llegado a casa te has sentado
has puesto tu huevo tu cabeza has hundido tus ojos en la inopia
has apartado del fuego tu ración tus tripas
mientras el escorpión cruza la calle los suburbios
mientras el escorpión se planta en tu rellano
mientras el escorpión derriba la puerta de tu casa
y por fin lanza su aguijón sobre la blanda carne
y aún sigues creyendo que tal vez no
que esta vez no porque ya hemos aprendido
Manuel Moya, del libro en preparación El abedul quemado ( infernum).