LA PLAYA

Coleccionaba arena de playa. Un frasco de cristal para cada playa, para cada recuerdo, con su nombre escrito con rotulador. Pasaban del centenar cuando decidió darla por terminada. Vació entonces los frascos sobre la moqueta de su biblioteca y se tumbó. Al rato, oyó la sirena de un barco.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*